El coronavirus nos ha dejado medio tontos, somatizados, sin capacidad de respuesta, ni de crítica.

El miedo, la desinformación, la acumulación de información, alguna limpia, otra manipulada, otra falsa, nos ha dejado confundidos. Alguien de modo interesado está anulando la capacidad de reflexión propia, nos creemos todo lo que nos cuenta el Gobierno, los panfletos que vemos en páginas públicas que no siempre se ajustan a la veracidad, las autoridades políticas nos quieren ver dormidos.

Al principio todos los ciudadanos colaboramos con las autoridades sanitarias y públicas, con la necesidad de seguir el confinamiento, de no salir a la calles, por nuestra seguridad, nuestra mejor vacuna era el aislamiento social, y así cumplimos todos, obedecimos 15 días, más otros 15 días, más otros 15 días.

Mientras tanto, el equipo de expertos del Gobierno cada día nos va contando los muertos en voz alta. Nos van mintiendo a la cara con los datos, que ahora se computa así, que no habíamos contabilizado lo del fin de semana, que las Comunidades Autónomas no siguen los  mismos parámetros...

Nos dicen que les han paralizado los respiradores en Turquía, que nos hemos gastado 31 millón de euros en mascarillas defectuosas, que en España sólo iba a haber algún caso aislado de coronavirus, según palabras textuales de Fernando Simón y a fecha de cierre de este artículo ya son 22.313 muertos, que se dice muy pronto, que son 100 11M. ¿Se acuerdan que la gestión del 11M llevó al PP a la oposición el 14M? Ahora no tocan elecciones pero alguien debería “botar” de su silla. Sin embargo el señor Simón sigue todo simpático hablando por la tele. Debería estar cesado o dimitido. Lo mismo se puede decir del Ministro de Sanidad y del político responsable de las compras públicas durante la emergencia sanitaria.

Pero además el Gobierno no quiere que nos quejemos. Menudo lío mediático hemos tenido esta semana con las fake news y la intención del gobierno de controlar las críticas.  El Gobierno quiere decidir lo que tu debes leer, lo dice el último CIS preguntando y confundiendo. No he visto antes mayor manipulación política de una institución pública. Todo ha sido un desastre pero si lo criticas pasas a formar parte de la lista de los “infectados”, te bloquearán en las redes sociales y te llamarán facha. Los sectarios siempre actúan así. Pero en mi caso estoy tranquila, critiqué la ley mordaza y ahora critico que nos quieran acallar detrás de una situación de anormalidad.

Pero hay más cosas raras que se contemplan en este estado de alarma que no está siendo tan efectivo como en otros países pese al excesivo confinamiento y que nos traerá unas desastrosas cifras en la economía.

Te indican a través de páginas oficiales guías de conductas prohibidas que no se ajustan al decreto de alarma. Te prohíben más acciones de las legalmente prohibidas.

Se cubren con una orden ministerial acciones o conductas que deberían tener un formato legal de mayor rango.

Se ampara bajo el estado de alarma acciones o restricciones que son propias de un estado de excepción que limita derechos pero a su vez dichos límites estarían  más garantizados.

Se está ejerciendo la arbitrariedad desde los poderes públicos. Se impide el derecho de culto católico en las catedrales donde hay espacio de sobra para respetar veinte veces la distancia de seguridad pero se permite en alguna ciudad de Tarragona el culto musulmán.

Como si fuéramos niños, nos van enseñando las golosinas poco a poco, no sea que nos empachemos, y nos entregan la información que quieren al “son” de sus tiempos.

Que si dentro de dos semanas y todo va bien, podrán salir los niños al supermercado, después Pablo Iglesias, quien ejerce de gobierno y oposición simultáneamente, permitió la salida a dar un paseo por la calle.

Que si los expertos lo consideran, procederemos no se sabe cuando a estudiar el desconfinamiento...

Esconden las responsabilidades políticas tras el parapente de los “expertos”. Se cobija bajo la situación de anormalidad restricciones a la transparencia en un momento que es más necesaria que nunca.

Se suspende acciones y plazos pero no todos...depende de colectivos, si los afectados por la norma son posibles votantes de izquierdas o si son sectores que ellos pueden pensar que son “conservadores”.

Se aprovecha un decreto de alarma para modificar la composición de un órgano del gobierno (CNI).

Después de más de un siglo de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (data de 1882) es precisamente ahora cuando se abre un proceso de modificación de la misma para que sea el fiscal quien ejerza la instrucción en el proceso penal. Algo que casa muy  mal con la necesaria independencia judicial. Precisamente ahora, cuando tenemos al frente del Ministerio Público a la Fiscal General del Estado con el mayor perfil político que se recuerda.

Muchas cosas raras al amparo de nuestro miedo. Es como si nos hubieran anestesiado pero después de mes y medio o seis semanas empezamos a ser menos comprensivos y más astutos... empezamos a despertar.

Fue publicado el día 26 de Abril de 2020, en el Diario Valencia Plaza

https://valenciaplaza.com/Ciudadanaanestesiada 

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