Esta semana el concejal de innovación del Ayuntamiento de Valencia (Compromís) ha sido trending topic en twitter por su play-back ante la Comisión Europea. Además, de recibir el veredicto de que Valencia queda excluida de ser la capital europea de la innovación 2020; https://valenciaplaza.com/valencia-defiende-la-capitalidad-europea-de-la-innovacion-con-un-playback-de-galiana
Al disgusto de que esta bonita ciudad del Turia no haya obtenido el prestigioso premio hay que añadir el ridículo tan espantoso que ha hecho el Concejal en el ambiente europeo. A veces el remedio es peor que la enfermedad y en este caso el refrán es sabio.
Ya sabemos que los españoles llevamos muy mal lo del dominio y manejo del inglés. Sobre todo, las generaciones que no han disfrutado en su juventud de herramientas tecnológicas como YouTube, Tik –Tok, Spotyfy, que hoy dominan las nuevas generaciones y les ayuda a manejarse con el listening y el speaking. Esas mismas generaciones tampoco han tenido la posibilidad de las estancias ERASMUS que ayudan en el aprendizaje de los idiomas.
Las personas menos jóvenes, hemos sufrido una metodología pésima del aprendizaje del inglés a base de mucha memoria de la ortografía y gramática pero poca conversación. Por eso, tenemos ese déficit, el dominio oral del inglés no es nuestro fuerte. Tampoco Rajoy, que fue presidente del Gobierno lo hablaba. Si el concejal Carlos Galiana hubiera sido más normalito, o humilde podía haber hablado como pudiera su inglés y no hubiera hecho el ridículo. Así, parte de España y del extranjero se ha enterado de que no domina el inglés y que además le avergüenza reconocerlo. La chapuza de aparentar lo que no se tiene es un rasgo muy común de los políticos de hoy. Compran masters, falsean historiales académicos, plagian tesis, etc.
La otra mala idea ha sido (para tapar su mentira) hablar con mascarilla, lo que genera una imagen negativa sobre nuestra situación sanitaria, exportamos y recordamos a Europa que la situación provocada por el Coronavirus sigue tan viva que hasta para hablar sin público a través de una cámara no podemos quitarnos las mascarillas.
Pero no toda la culpa es de Galiana, yo creo que debiera haber sido el Alcalde Ribó quien debiera haber comparecido ante la Comisión como primera autoridad, pero se ve que el Pleno municipal era más importante (a lo mejor tampoco domina el inglés).
En fin, que ha sido peor el remedio que la enfermedad. Con lo fácil que hubiera sido, hablar el inglés, “a su manera”, aunque no fuera perfecto. Hubiera quedado natural, tampoco los ingleses dominan a la perfección el castellano. La otra opción era haber renunciado a la exposición pública y haber cedido el puesto a un técnico del ayuntamiento (el que hizo el doblaje, por ejemplo). Aunque ya sabemos que a los políticos les gusta más la cámara que a un niño un caramelo.
Victoria Rodríguez Blanco